TRES REFLEXIONES
Los ojos puestos en Dios, lleva a reconocer la grandeza y dignidad del hombre
Dios no solo es Padre, sino que nos ama como Padre; no solo es amor, sino que nos
ama. El amor es la más maravillosa aventura que se puede vivir. Hay dos
protagonistas: Dios y el hombre, que intercambia esa vida amorosa. Cuando el
protagonista es Dios, no hay relación de equilibrio: Dios-hombre. La capacidad de
amor de Dios es infinita, y la del hombre, finita. La relación del hombre con Dios es
limitada, pero Dios inicia la relación, sin la cual el hombre no podría amarlo y
relacionarse con Él.
La vida sin Dios, sin amor no vale nada. Ama, porque la vida sin amor no vale
nada. Amemos, porque al atardecer de nuestra vida se nos juzgará del amor. Santa
maría del amor hermoso, enséñanos sentirnos amados por Dios y ser capaces de
amar.
Padre Félix Castro Morales