VENID BENDITOS DE MI PADRE…
Todos los conocedores del Evangelio, seguro que no olvidarán nunca las palabras
con que Jesús, Juez supremo e inapelable de vivos y muertos, pronunciará el Día
del juicio universal, tras separar, como un pastor, las ovejas de las cabras,( a los
justos de los malvados).
Pondrá los justos a su derecha y les dirá: “Venid, benditos de mi Padre, recibid el
Reino preparado desde la creación del mundo, porque tuve hambre.., tuve sed..,
era forastero.., estaba preso y ME reconocisteis en el prjimo…Felices y
bienaventurados siempre, quienes ese Día, hayan realizado por Dios alguna de
las obras de misericordia corporales o espirituales, con cualquier persona, cuando
aún vivían en la Tierra.
Nada digamos de los que lo hicieron DIRECTAMENTE con el Señor, solitario,
olvidado, abandonado, “preso de amor”, en cualquier sagrario de la Tierra.
¡Qué pena que ahora sean tantos los que no reconocen la presencia de Jesús
eucaristía, sacramentado¡. Le ignoran, le abandonan y viven ajenos a su infinito
amor. Qué pocos los bautizados, que pese haber cantado “ al Amor de los amores”
y proclamar “Dios está aquí, venid adoradores, bendecid al Seor” luego son
insensibles a su presencia real.
Todos los santos de la Iglesia y bienaventurados del cielo, se han significado por un
amor a Jesús eucaristía. ¿Y tú, lector@ amigo@, cuál es tu postura?. ¿Qué
esperas?.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN