De Alcalá a Barcelona
A juzgar por la campaña de injurias al obispo de Alcalá de Henares, propaladas
durante la pasada primavera, no parece que algunos sectores del laicismo estén
muy dispuestos al diálogo cultural impulsado por el Papa en el marco del “Atrio de
los Gentiles”. Sin embargo la Iglesia sigue con firmeza su propósito de hacer de
este foro una ocasión de encuentro entre creyentes y no creyentes. Con este
objetivo se reunieron en Barcelona, convocados por el cardenal Martínez Sistach,
una pléyade de intelectuales que desde la fe y la increencia reflexionaron sobre
arte, belleza y trascendencia. Barcelona siguió así los pasos de París, Florencia,
Tirana y Palermo en el marco de la iniciativa de Benedicto XVI, convencido de la
urgencia del diálogo entre fe y razón para el futuro de la humanidad.
El “Atrio de los Gentiles” es una propuesta de diálogo y de encuentro que abre la
posibilidad de una reflexión conjunta sobre el significado de la vida y sobre los
valores que podemos compartir. Es también la ocasión de que quienes buscan
puedan encontrar la propuesta cristiana lejos de falsos estereotipos. En Barcelona
se habló del ser humano como fundamento del arte y del arte como comunión, todo
un homenaje al gran arquitecto Antoni Gaudí que descubrió la belleza de Dios en su
contemplación de la naturaleza. Es una invitación a descubrir el “Dios desconocido”
del que hablaba San Pablo a los atenienses. Pese a la mezquindad de algunos, este
diálogo sigue adelante contra viento y marea.
Jesús Domingo Martínez