Dos mil abortos por error
La implantación de estrategias de selección prenatal está dando lugar a un número
creciente de abortos eugenésicos y a muchos otros cometidos por error técnico. Así
tenemos que la sensibilidad (tasa de detección) y especificidad (ausencia de falsos
positivos) de los cribados de cromosomopatías y malformaciones no es del 100%. En
los protocolos actuales: cribado de primer y segundo trimestre, la tasa de detección
puede conseguir niveles superiores al 80-90%, para una tasa de falsos positivos inferior
al 5%.
Para hacernos cargo de la relevancia de estas cifras, Salvador Mérida hace un ejercicio
teórico tomando como referencia el año 2009: aquel año hubo en España 492.931
nacimientos, de los cuales, 105.823 correspondían a embarazos de madres mayores de
35 años. Durante el periodo de gestación de estos niños, aplicando los criterios de
cribado comentados más arriba, a estas 105.823 madres les recomendaríamos
encarecidamente que se hicieran una prueba de amniocentesis. Si todas dieran su
consentimiento y considerando un 1-2% de pérdida fetal, tendríamos entre 1.058 y 2.116
abortos provocados como consecuencia de los límites de la técnica.
Las demás gestantes, 387.108, pasarían al protocolo de cribado que incluye pruebas
con marcadores bioquímicos y ecografías diversas. Como hemos comentado, estas
técnicas tienen, en el mejor de los casos, una sensibilidad en torno al 80-90% y un 5%
de falsos positivos. Interesa aquí resaltar este 5%: corresponde a fetos sanos que el
cribado considera enfermos; en nuestro supuesto serían 19.355. De nuevo,
aleccionaríamos a las madres para que se sometieran a la técnica de amniocentesis, lo
que en este caso implicaría la pérdida de 193-387 fetos. Por lo tanto, los límites
intrínsecos de la aplicación de las técnicas de cribado en las condiciones citadas, habría
conllevado la muerte de 1.251 a 2.503 no nacidos.
Jesús Domingo Martínez