EL MEJOR CAMINO DE LIBERTAD
No son muchas las personas creyentes e incluso practicantes, que enfocan
correctamente los mandamientos de la Ley de Dios. Una gran mayoría sólo ven en
ellos -quizá fruto de una
desacertada educación o catequesis -prohibiciones, vetos, exclusiones, preceptos
negativos, obstáculos a su libertad etc..De aquí suele brotar, frecuentemente, una
conciencia transgresora, culpabilizadora, achatada y sin apenas horizontes. Nada
más incorrecto.
El Decálogo es el mejor camino de libertad que se le ha dado al ser humano. Quien
hace el mal a ciencia y conciencia, es esclavo del mal, del pecado, del vicio, de sus
pasiones etc. Quien hace y cumple la voluntad de Dios -Padre, -claramente
expresada en sus Mandamientos obra como un buen hijo, se siente plenamente
libre y sobre todo se asemeja a Dios, que es el ser libre por excelencia.
DIOS ES AMOR. Jesús, el Hijo de Dios, nos compendió o resumió sus
mandamientos, en dos preceptos, eminentemente positivos: Amar a Dios con toda
la mente, con todas las fuerzas y con todo el corazón y amar al prójimo como a uno
mismo. "En esto consiste la Ley entera y los profetas". Más tarde, para que no se
dispersasen ni las fuerzas ni la atención de sus seguidores, lo redujo todo a un
único mandamiento, su mandamiento, el del AMOR.
Quien ama de verdad y está lleno su corazón de amor, se coloca en la órbita divina
y se va asemejando con Dios, fuente de todo amor, hasta llegar a identificarse
plenamente con El,
que es la meta de toda persona. Quien cumple mejor los mandamientos es la
persona más libre.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN