EL MAL QUE DIOS MANDA
Hay en el lenguaje coloquial de la calle frases o expresiones que la gente corriente,
sin malicia e inconscientemente dice y repite y que son incorrectas e inapropiadas
en boca de un verdadero cristiano bien formado. Se trata de atribuir a Dios la
autoria de un mal, desgracia, enfermedad, tribulación e incluso muertes que
suceden en la vida presente.
El decir, por ejemplo ante un cáncer, lesin, muerte o enfermedad: “ Dios me lo ha
mandado ” no es justo, cristiano ni verdadero. Hay que decir “ Dios lo ha permitido
para mi bien, aunque no llego a comprenderlo”. Todo por una razn. El Dios
cristiano que nos reveló su Hijo Jesucristo, no es un dios o juez justiciero, que
reparte gracias o desgracias aquí abajo –(mentalidad semita o judía según el libro
de Job)- por el bien o el mal que vamos haciendo en la tierra. Cosa distinta es la
enseanza del N.T. En el más allá “cada uno será juzgado y retribuido según sus
obras”, según la justicia y sabiduría infinitas de Dios.
El verdadero concepto del Dios cristiano es que Él es la bondad y el bien infinitos.
La fuente y origen de todo bien. Nada absolutamente malo procede de él. La
auténtica imagen de Dios la dio Jesús enseándonos a llamarle “Padre nuestro”.
También Jesús corrigió la idea y mentalidad judías de que lo que nos sucede de
bien o mal en esta vida es por los pecados o por las buenas obras propias o de
antepasados –recordad las palabras de Jesús en el milagro del ciego de
nacimiento: “Ni éste pec, ni sus padres para nacer ciego, sino para que en él se
manifieste la gloria de Dios”.
En el año de la Fe, todos los responsables de la transmisión de la fe recibida
(sacerdotes, padres, catequistas etc) debemos esforzarnos por dar siempre una
imagen correcta del Dios cristiano y corregir aquellas no conformes ni a la tradición
ni al magisterio de la Iglesia católica.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTÍN.