TODO LO QUE NO SE DA, SE PIERDE.
Hay ciertas frases que una vez oídas o leídas, se te adhieren a la memoria, te
revolotean en la mente sin dejarte en paz ni de noche ni de día. Tal contó en un
programa de Cope le pasó al célebre autor de la novela y exitoso film “La ciudad
de la alegría”,Dominique Lapierre. Tras conocer en Calcuta la acción misionera y
obra de amor incondicional de Madre Teresa en favor de los más pobres de los
pobres de la India, se le quedó grabada la frase que le oyó y que hizo lema de su
vida: “Todo lo que no se da, se pierde”.
Solo a personas irreflexivas o quizás algo frívolas, le resbale, sin dejar en ellas
huella alguna, el contenido de dicha frase, que de hecho a más de uno cambió el
rumbo de toda una vida. Sea uno creyente o agnóstico, rico o no, lo cierto es, que
toda persona tiene algo que dar y compartir con alguien más necesitado que él.
No me refiero solo en el lado material de compartir dinero, bienes, casa, joyas etc;
sino de otra clase de riqueza o bienes espirituales: cultura, fe, compasión, tiempo,
amor e interés por el próximo. He aquí una gran verdad que pasa inadvertida para
la mayoría de los humanos y que está implícita en lo más hondo del mensaje de
Jesús. Pena grande que haya personas tan pobres, tan pobres, que solo tienen
dinero y son pobres y están desnudos de otros bienes más valiosos. Tú lector,
amigo, puedes ser uno que sin andar en la abundancia de bienes materiales, Dios,
autor de todo bien, te ha enriquecido con otros bienes no contables( fe, amor,
simpatía, cultura, buenos sentimientos etc) que podría hacer felices a otros
humanos, mucho más indigentes que tú. ¿A qué aguardas para dar o para darte?.
Nunca lo olvides: Eres simple administrador de unos bienes recibidos “Todo lo que
tienes, se pierde si no se da o se comparte”. Manos a la obra.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.