Dios hasta en los postres
Existe entre los llamados intelectuales un prurito de escuchar la
palabra Dios por todos los lugares donde los más majaderos fingen que
Dios les dice que hagan esto o aquello. Palabreros y farsantes .
En Norteamérica, entre los candidatos republicanos existen
muchos que invocan a Dios, y unos son mormones, otros del Opus Dei, y
los más son presbiterianos o católicos , etc . Muchos críticos se oponen de
plano a que se invoque el nombre de Dios, porque estiman que la
política no tiene nada que ven con la religión. Bueno, es su pensamiento.
Yo creo que en España, sin ir más lejos, se ha demostrado que la
religión tiene mucho que ver con la política. Y creo que hasta son materias
imposibles de separar. Por ejemplo en los países musulmanes la política va
encadenada con la religión de tal manera que es imposible desligar la una
de la otra.
En Europa creen que la Torre de Babel, Sodoma y Gomorra , se han
inventado hace unos pocos años. Ya en el medioevo, según Ortega, los
jóvenes y menos jóvenes, practicaban más o menos abiertamente la
fornicación, pero era de otro muy distinto modo.
Las actuales y retorcidas técnicas sexuales , no se habían
inventado, aunque algo se sabía de ellas, y normalmente en capas de
población de renta alta y ocio suficiente. Son dígase lo que se
diga, aberraciones sexuales, traídos por el ocio, la curiosidad, y el
hartazgo , aunque algunos digan que es peor lo que se llama el “uso
garañón de la paternidad ” por aburrida y vulgar.
A veces bastaba un pajar apartado, y no de la manera tan genérica
y promiscua como ahora, en que parece haberse inventado el sexo
ambiguo. Bastaba la fuerte atracción y el deseo de satisfacerla, pero
de ninguna manera de la forma mórbida como se busca ahora entre los
descreídos.
La religión, mal concebida es política por su influencia en las
pautas de la vida de los pueblos, y la política está al servicio de la religión
o no es política. Está llamada a fracasar, antes o después, si pretende
extirpar las ancestrales formas de creer de los pueblos, sin sustitución
alguna. Siempre parece ser que se sustituye por una ideología, que al fin y
al cabo es una nueva religión.
Si extirpas una religión, has de inventar otra que la sustituya. El
ser humano es deísta, porque sabe que hay mil cosas que no
comprende. Se va a Dios y allí se encuentra ubicado de cualquier forma
como lo conciba.
El Dios de las aztecas o el Tengri de los mongoles, o los dioses del
panteón griego, romano, egipcio, etc., son clara evidencia de que al ser
humano no se le puede despojar de lo trascendente . Ha nacido, y tiene que
saber porqué . Existe y sabe que es por algo. La respuesta no se la
proporcionan los sabios. La religión le da pautas para ello, por muy
desviada que sea. Hasta el Big Bang les parece creíble.
El cristianismo ha descubierto con la Revelación los misterios que
se forjan en el pensamiento de la inteligencia que llamamos Dios. Jesús
merece todo el crédito y los resultados de su doctrina y su influencia tanto
en el orden moral como en el de convivencia “política” demuestra su
efectividad. Como todo lo que cae en manos humanas sufre abusos y
desviaciones pero la verdad permanece.
Su influencia ha crecido enormemente y los más sabios y
conocedores terminan demostrándose a sí mismos al final de sus
elucubraciones y descubrimientos que la doctrina de Jesús es la perfecta
estructuración del pensamiento de forma inacabable. Es lo que San Pablo
decía: Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para
amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
AMDG.