DECÁLOGO Y LA VOLUNTAD DE DIOS
La mayoría de los humanos no dudarían jamás en aceptar la voluntad divina,
si Dios les hablase y manifestase su voluntad acerca de sus vidas. El caso
es, que el único Dios vivo y verdadero, ya ha manifestado su voluntad a los
hombres de todos los tiempos, razas y culturas, por medio del Decálogo o
tablas de la Ley, dadas a Moisés en el Sinaí. Estos 10 mandamientos, han
sido corroborados por su único hijo, Jesucristo y resuenan en la conciencia
de cada persona. La Ley divina es universal, inmutable y debe ser obedecida
por todas las creaturas dotadas de conciencia y libertad. Al cumplimiento
del Decálogo está unida la felicidad del hombre, tanto temporal como eterna.
No es verdad afirmar que Dios sea mudo. Ha hablado de múltiples modos a
todos los hombres por su obra en la naturaleza, en la conciencia de cada
uno, en los profetas, en la persona de Jesucristo y sigue hablando en los
acontecimientos de la vida personal y global.
Hay quienes creen y dicen que el Decálogo es algo de otra época, de otra
cultura. Que no existe el pecado ni más ley que la que los hombres se dan
por consenso o mayorías. En democracia vale todo y se justifica todo. He
aquí el decálogo de la nueva religión:
1-No existe otro dios que el poder, el dinero, el triunfo, el placer y el
propio YO.
2- El perjurio, blasfema, injurias a Cristo, María y a los santos, es
libertad de expresión
3-Pasar las fiestas con evasión, excursión, diversión y corrupción, es
lógico y normal.
4-Los padres al Ayuntamiento, a Cáritas, al Inserso, y a la Asistencia
pública.
5-El aborto, la eutanasia, la violencia, el odio, venganza, droga, son
derechos humanos
6-Se justifica el adulterio, el divorcio, la pornografía, la prostitución,
anticonceptivos...
7-Robar, estafar, malversar, pelotazos, trinques, blanquear dinero etc, no
mal visto.
8-Mentir, difamar, calumniar, falsos testimonios a la orden del día.
9-Consentir malos pensamientos, deseos y ocasiones queridas de sexo, es
algo
normal.
10-Codiciar los bienes ajenos. Normal.
Frente a esto, sigue en pie la palabra de Jesús: "Si quieres entrar en la
vida eterna, guarda los mandamientos". " No todo el que dice Señor, Señor,
entrará en el Reino de los cielos, sino aquel que cumple la voluntad de
Dios".
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.