CATARATAS ESPIRITUALES
No son pocas las personas bautizadas que no ven con claridad la realidad
última de todas las cosas, que es Dios. Les pasa en el aspecto espiritual lo
que a otros muchos les ha pasado en el físico y corporal. No tenían una
visión nítida de la realidad, hasta que una sencilla operación de cataratas,
les devolvió la visión completa. Entonces sí; se han sentido felices de
haber dado el paso.
Es muy conocida la anécdota de la biografía de S. Juan Bosco. En cierta
ocasión, fue a visitar al santo un notable personaje de la vida política,
que alardeaba de incredulidad. Todo ufano iba en plan de discutir con don
Bosco sobre la existencia de Dios y muy seguro de las teorías darvinianas de
la evolución de las especies. Tras los saludos de ambos, el visitante entró
en materia. El creer en Dios era para él algo obsoleto y la ciencia había
demostrado que todo era efecto de la evolución de la materia. D. Bosco le
escuchó con atención sin interrumpirle y al acabar sólo le hizo una
pregunta: -¿Me podría decir desde cuándo hace que no se confiesa?. Le cogió
descolocado la pregunta y con azoramiento balbuceó:-" Desde mi primera
comunión". -"No se preocupe, le contestó don Bosco. Yo le ayudaré ahora, si
lo desea, a hacer una buena limpieza en su alma. Luego discutimos de todo
lo que quiera".
Ganado por la bondad del santo, aquel seudo ateo, se confesó y tras la
absolución de sus pecados, a la invitación de don Bosco a hablar de todo lo
divino y lo humano, contestó agradecido:-"Gracias, don Bosco, ahora veo las
cosas más claras y ya no tengo ninguna duda de la existencia y misericordia
de Dios". Sin comentarios.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.