EL POLITICON, CRISTIANO
Siento extraordinariamente la muerte de Whitney Houston, cantante que
me maravillaba por su voz y su saber estar, y de la que hace unos pocos días vi
una película en la que cantó tres o más de sus espléndidas canciones.
Y me atrevo a comparar las lágrimas de unos chicos que eran fans de sus
canciones y de ella, con las lágrimas que padecerán muchas madres cuando ven
morir lentamente a sus hijitos o cualquier pariente, porque no hay una mala
aspirina que lo alivie de sus dolores y desesperanza.
Y me produce mucho asco y vergüenza, que se hagan por todos la cosas
que se hacen en clara vulneración de la ley de Dios, cualquiera que sea la forma de
concebirlo o aceptarlo. Y la ley de Cristo no gusta a muchos cuando están en
eminencia y les van bien las cosas pero les viene muy bien que los cumplan los
demás.
Hoy he recibido un testimonio de una chica negra que con lágrimas en sus
bellos ojos ha desgranado ante un distinguido público que llenaba la sala, como les
eran cortados o quemados, los clítoris a casi 6000 niñas en distintos lugares. El
Korán -decía la chica muy bella por cierto-no dice eso y el trato que hoy reciben las
mujeres es indignante por muchos motivos.
Yo quiero ir más lejos porque así está sucediendo hoy día en los “países
cristianos”. Aquí no se hace ablación de clítoris. Por el contrario si pudieran lo
multiplicarían por diez. El caso es hacer contrariar a la naturaleza. Y no es lo mismo
contrariar a la naturaleza para el bien que no para destruirla.
Y esto en un país en donde la mayoría dicen ser cristianos, mandan a sus
hijos para celebrar su primera comunión; ellos acuden de vez en cuando a misa, y
entierran a sus muertos con la presencia del sacerdote y sus misas
correspondientes. ¡Y que se enteren los demás, que lo han hecho de esa manera!
Y se quedan tan tranquilos cuando se sabe que miles de hijos se matan
en el vientre de su madre… o fuera, si eso es más conveniente. Se parten los
pedazos del chiquitín cobardemente, y se tiran por una trituradora, como alimento
para las ratas en las alcantarillas o las cucarachas de las tuberías.
Y las gentes dale que dale con la libertad y con los derechos, aunque
nadie habla de deberes, de orden, de misericordia, y esperanza en Dios. Como dice
el libro de sabiduría : Sea nuestra fuerza la norma de la justicia pues la debilidad
vemos que no sirve para nada.
Pongamos trampa al justo porque nos fastidia y se opone a nuestro modo
de obrar, pues nos echa en cara los atropellos a la leyy nos reprocha las faltas de
nuestra civilidad.
Pretende tener la ciencia de Dios, y llamarse hijo del Señor. Es censor de
nuestra conducta; hasta el verle nos es insoportable…. Esto es lo que se espera del
mundo por el cristiano.
Probémosle con ultrajes y tormentos, y veamos su moderación, y
probemos su paciencia. Condenémosle a muerte afrentosa pues según sus palabras
hay quien vele por él. (Sabiduría 2) Está escrito.