Escuela de la vida
Kary Rojas
En la escuela de la vida aprendí que, lo esencial es invisible a los ojos de
Dios...
A veces una palabra dice mucho más y llega más hondo, que todo un discurso que
aunque bonito suene, no se siente porque todo depende de la persona que hable o
lo exprese… Muchas veces la distancia no se mide por los kilómetros que separan,
porque dos personas que estén sentadas una al lado del otro pueden sentirse más
lejanas, que aquellas que se sienten muy unidas por un sentimiento profundo,
aunque se encuentren físicamente separadas… Aprendí que la alegría no siempre se
manifiesta con carcajadas y algarabías, hay quienes lloran por dentro y se ríen por
fuera… Así mismo, no siempre quien llora, es de tristeza, hay emociones tan
profundas que purifican nuestros sentimientos con lágrimas de felicidad inmensa…
Aprendí que muchas veces quien más habla es el que menos sabe, muchas veces la
ignorancia se disfraza de palabrerías para ocultar que su mente está vacía…
En la escuela de la vida aprendí que a veces quien más dice que te quiere, no te
ama tanto como quien calla lo que siente… Quien más comparte contigo y te
celebra todo lo que haces, no siempre es tu mejor amigo, tal vez el que te
contradice te cuida más… Muchas veces las cosas no son como parecen, las
apariencias engañan, solo se puede ver bien con el corazón, lo esencial es invisible
a los ojos…