Escuela de la vida
Kary Rojas
1.
2. En la escuela de la vida aprendí que,
Los tesoros, siempre están ocultos , así son protegidos y quien lo descubre es
porque supo ver más allá, esforzarse un poco más, contemplar el valor y la
grandeza que a simple vista no se puede mirar… Por eso, los sentimientos más
profundos nacen en el silencio y muchas veces se callan para protegerlos, solo
quienes lo cultivan, pueden entender el valor que tienen, por eso disfrutan de
aquello que muchos no comprenden, pues no saben la riqueza que poseen…
Aprendí, que hay personas únicas y especiales, que pasan desapercibidas, muchos
siguen de largo sin darse la oportunidad de conocerlas, porque se fijan en las
apariencias, en lo que fingen y no expresan; solo se puede ver con el corazón, lo
esencial es invisible a los ojos… Las esmeraldas se aferran a una mina, que debe
ser explorada para descubrirlas, el alma transparente se abraza al corazón que la
cuida y quien no entra en ella no la conquista; el oro se esconde en la profundidad
del rio, hay que sumergirse en él para descubrir su brillo, hay sentimientos y
pensamientos mágicos que se sumergen a lo más íntimo, quienes se abren a ellos,
viven una experiencia única y especial…. Hay que tener la capacidad de explorar
más allá, de contemplar y descubrir el valor que en cada persona, cosa y
oportunidad hay; estamos rodeados de riquezas y muchas veces nos sentimos
pobres, a veces no entendemos porque teniendo todo lo material, no conocemos la
felicidad… Aprendí que, nosotros mismos, cuando encontramos un tesoro disfrazado
de sentimiento o persona, de oportunidad o cosa, la escondemos para protegerlo;
lo cuidamos de las miradas imprudentes, curiosas o envidiosas de quienes siempre
andan al asecho para usurpar y daar lo valioso y hermoso que hay… El valor del
tesoro, se lo da la magia que encierra, ese algo y único que le da su diferencia,
aunque en apariencia parezca igual a mil más, cuando ya pierde esa magia, pasa a
ser uno más; Aprendí, lo que dice la Biblia, donde está tu tesoro, ahí está tu
corazón; quien encuentra un tesoro escondido, vende todo lo demás y compra el
terreno donde lo encontr, así es el amor de Dios…