“Popieluszko, la libertad está en nosotros”
Ya se ha estrenado en algunos cines la película que cuenta la historia del joven
sacerdote polaco, capellán de obreros del sindicato Solidaridad, secuestrado y
asesinado en 1984 por la policía comunista. Es necesario no olvidar testimonios
como la del Beato Jerzy Popieluszko. Recordar que la libertad que disfruta media
Europa ha sido conquistada a un alto precio. Y para quienes viven en la mitad
occidental del continente, el martirio de Popieluszko es un revulsivo que anima a no
abdicar en la defensa de la propia conciencia.
Ser católico en la Polonia comunista no era fácil; ser sacerdote suponía estar en
riesgo, pero este cura sencillo se transforma en guía espiritual de los obreros
encerrados primero y luego de todo un país también encerrado.
Desde febrero de 1982, mes a mes, celebra sus multitudinarias “misas por la
patria” a las que acuden católicos de todo el país. “¡La verdad no podrá ser
aniquilada!”, proclamaba. Pero él sí. Sus historias hablan de perdón, de
reconciliación, y lo más desconcertante de todo: son historias alegres, porque a
pesar del dolor, remiten a una vida en plenitud, por la que merece la pena incluso
el sacrificio supremo del martirio. También hoy, en pleno siglo XXI, la sangre de los
cristianos continúa derramándose por causa de la violencia de las ideologías y de
las deformaciones de la verdadera religiosidad.
Elena Baeza Villena