La ley natural y la ley del aborto
Referente a la ley del aborto cabe pedir que se aplique la ley natural, pues antes
que las mayorías parlamentarias está el sentido común, el bien del hombre y la ley
natural, que es accesible a toda razón humana. En consecuencia, "la defensa de la
vida no es una visión católica o cristiana, sino que es una visión propia del sentido
común y de la ley natural". En este sentido, es conveniente recordar que la Iglesia
siempre ha defendido a los más pobres y a los más desprotegidos, en general,
tanto a los que van a nacer y no pueden hacerlo, como a quienes están ya
terminando su vida y otros pretenden acortarle la existencia y ahorrarle gastos a la
Seguridad Social, pero para la Iglesia la vida está por encima del gasto y de las
conveniencias sociales o culturales, pues la vida es el don más precioso que tiene el
ser humano y debe ser defendida, porque es sagrada. Por tanto, "a los que
gobiernan y a los que gobernarán, la Iglesia les recordará continuamente lo que es
el bien del hombre, el bien integral, que en este caso no se corresponde con una
simple visión cristiana, como tantas otras, sino que es la verdad y el sentido común
del hombre".
Jesús Domingo Martínez