ALGO MÁS QUE PALABRAS
¿TODOS LOS CAMINOS ACTUALES
CONDUCEN AL RETROCESO?
El mundo retrocede y no parece que sea para coger carrerilla. La economía
mundial se encuentra al borde de una nueva recesión advierte el mismísimo
Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas. Somos una
generación que nos comen las deudas. Al parecer la crisis del euro y el freno de los
países emergentes son un lastre para la economía global. Estos retrocesos, que nos
encaminan a las tremendas desigualdades entre países y culturas, demuestran la
importancia de iniciar una nueva era de desarrollo sostenible mundial basado en la
responsabilidad de las actividades económicas y en la solidaridad de los agentes.
Me da la sensación que todos los caminos actuales nos conducen a un retroceso
sin precedentes, en parte debido a la falta de ética en el contexto de una economía
mundial, dominada por el utilitarismo y el materialismo, por poderes a los que les
interesa asfixiar a los más débiles para seguir siendo poder, y por nefastas políticas
económicas y financieras. No pensamos en global. Pensar colectivamente es la
excepción de la regla. Hemos borrado de nuestro compromiso la ética de la persona que
vive en un mundo globalizado.
Hay que hacer algo por avanzar. La manera de no cambiar es no pensar. Nadie
puede resignarse de ver al hombre como un enemigo para otro hombre. Si no ponemos
remedio a las diversas formas de injusticia, los efectos negativos serán gigantescos. Se
exige una gobernanza de la globalización. En el camino hacia la construcción de un
mundo más libre, más igual y más humano, se precisa trabajar con autoridad global, al
servicio del bien de todos. Para evitar males mayores, actualmente se habla de una
implementación de políticas fiscales que estimulen la creación de empleos y la inversión
en infraestructura y seguridad alimentaria, así como la creación de redes financieras más
sólidas. El propósito es bueno, pero el resultado será nada, mientras fallen los
principios, la misma justicia social.
En todo caso, lo peor que le puede pasar a un ser humano es llegar a
conformarse con el retroceso y pensar mal de sí y de todo el mundo. Todos tenemos
algo que decir y aportar. Quizás la tarea más difícil del mundo sea pensar, pero no es un
imposible. Sería bueno pensar todos sobre la situación actual, analizar fríamente lo que
puede suceder y anticiparnos al problema. Actuar sin pensar es como disparar sin
apuntar. Vuelvo a subrayar. Hace falta llevar a buen término un desarrollo global
sostenible, donde la solidaridad y la justicia sean valores irrenunciables. La creación de
reservas solidarias para apoyar las economías afectadas por la crisis, tiene que ser una
realidad, pero ya, si en verdad queremos cambiar el mundo, sabiendo que ese mundo
también nace en nosotros.
Víctor Corcoba Herrero / Escritor
corcoba@telefonica.net
18 de enero de 2011