Que no se sientan solos
Pienso que tras los últimos atentados contra cristianos, hay que hacer notar que en
este momento de dura prueba, los cristianos perseguidos tienen que sentir el
aliento de la comunidad que les acompaña y anima en la fe. Su testimonio de vida
es muy valioso. Para nosotros es un modelo a seguir y también lo es para cuantos
viven allí golpeados por el terror, porque con su ejemplo favorecen la convivencia
pacífica entre todos.
Aunque en estas circunstancias de especial dificultad siempre haya algunos que
puedan sucumbir ante la tentación de la venganza, la violencia solo conduce al
dolor. Tienen que ser evitadas las derivaciones violentas de una religiosidad que se
opone a la razón y de una razón que se opone a la religión. La reconciliación y el
amor son los únicos caminos para alcanzar la paz.
Al mismo tiempo urge pedir a la comunidad internacional que no cese en la
denuncia de estos ataques sistemáticos y que ponga todos los medios que estén a
su alcance para que, también en Nigeria, se respeten los derechos humanos de
todos, y en particular el derecho fundamental a la libertad religiosa que sigue
siendo conculcado en muchas partes del mundo.
Jesús Domingo Martínez