GRACIAS DIOS POR SER MILLONARIO
No. No es una boutade, ni una broma. Es la pura verdad. Es la oración de un
cura jubilado, octogenario sí, pero en su sano juicio, que expresa su gran
agradecimiento al Autor de todo bien y Padre de todos los hombres. Son mis
íntimos sentimientos en este día -acabamos de estrenar un año y celebramos
la fiesta de Reyes- al ver a tanta gente que solo habla a los demás de su
salud, de dinero y de los apuros que nos aguardan en la cuesta de Enero y
en el presente año 2012.
No ignoro, como todo hijo de vecino, que se cuentan por millones los
parados, los pensionistas, los sin casa ni familia, los indigentes, los que
apenas llegan a final de mes, los que viven de la caridad, los enfermos
incurables y crónicos y los que malviven sin un vaso de agua ni un trozo de
pan que llevarse a la boca en muchas partes del mundo. Bien lo remachan un
día y otro los medios de comunicación y lo cuentan los misioneros
Ante este panorama, he aquí un pobre cura mayor- sintiéndose solidario con
los más pobres y desheredados del mundo, por quienes reza y ayuda según sus
posibilidades, que dice en voz alta que da gracias a Dios por ser
millonario.
Por si algún lector aún no ha comprendido por donde va el sentido de mi
oración de cristiano y de por qué digo que soy millonario, trataré de
explicarme. Creo que son también millones de hermanos míos quienes en todo
el mundo pueden y deben dar gracias a Dios "siempre y en todo lugar" por
ser millonarios de bienes más importantes que el dinero o los bienes
materiales.
Todos cuantos tenemos lo necesario para vivir bajo un techo, comer y vestir,
sin lujos ni acaparamientos, e incluso para gustos personales y superfluos,
tenemos ya motivos-si somos creyentes cristianos de verdad-de dar continuas
gracias a Dios.
Si a esto se añade la paz de la conciencia, la fe y esperanza en Jesucristo,
en su Palabra del Evangelio, en sus promesas de vida eterna, en el amor que
sentimos en nuestro corazón, compartido con familiares, amigos y hermanos en
la fe, aún con limitaciones, problemas y sufrimientos que a nadie faltan,
debemos concluir con toda verdad que SOMOS MILLONARIOS EN VALORES
ESPIRITUALES y QUE DEBEMOS DAR GRACIAS A DIOS POR LA FE, ESPERANZA Y
AMOR
QUE ÉL NOS HA DADO.
P. MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN