Santos Inocentes 2011
Leo en una carta al director: “Tengo 14 años y se que yo sola no puedo cambiar las
leyes de un país, por el mero hecho de que soy una niña y a mi nadie va a
escucharme. No estoy de acuerdo ni estaré de acuerdo con esta ley ( de aborto).
No importa la religión ni la condición de cada persona. Pero creo que muchos de
ustedes estarán de acuerdo conmigo en que el mayor crimen que se puede cometer
es el asesinato de un ser humano el más débil e indefenso, el embrión. Si seguimos
así, ¿Qué nos diferencia de Hitler?” ( Forum Libertas, 29-12-2011).
Efectivamente, nada nos diferencia de Hitler en la monstruosidad de eliminar al que
no interesa, cuando el aborto se practica ante al pasividad de los gobiernos de las
naciones. Nada hay tan inhumano como impedir a un niño su desarrollo y
nacimiento.
El día 28 de diciembre, la Iglesia celebró la matanza de los inocentes a manos de
un rey soberbio y cruel, Herodes. Con esta ocasión, muchos evocamos las
matanzas de tantos inocentes arrastrados al patíbulo por sus propias madres, ante
el aplauso de abortistas, la codicia de médicos que no sanan y la pasividad o el
impulso de autoridades sin honor ni vergüenza. Ya es hora de abrir los ojos y de
cambiar las malas costumbres.
Josefa Morales de Santiago.