REZAR POR LOS MORIBUNDOS
Martha Morales
Aunque aparentemente el alma que se está muriendo parezca que no siente, ni
oye, porque esté en coma, a esa alma, ni su Santo Ángel, ni la Virgen, ni Jesús la
deja en el último momento, porque si Jesús vino a padecer y morir por las almas,
es ilógico creer que en el último instante puede abandonarla a su suerte. Esto no
quiere decir que no nos preocupemos del moribundo en ese último instante, sino
que debemos ayudar a nuestros hermanos a morir dignamente, proporcionándoles
los últimos sacramentos, rogando por ellos, orando en todo momento mientras
dura su agonía y ofreciendo sacrificios, porque todo eso facilita y acelera la
reconversión del moribundo o moribunda, ya que Dios aplica todo ello a sus
intenciones y, las batallas a librar en el último instante serán menos feroces,
porque si bien el Cielo no abandona al alma que va a morir, el Infierno tampoco lo
hace y ataca al alma aun con más dureza para arrebatarla y para que se condene
eternamente.
Todo lo que hagáis por los moribundos Dios lo tendrá en cuenta: rosarios, misas,
ayunos, oraciones, porque en esos últimos instantes es una gran obra de
misericordia ayudarles a salvar su alma, y hay que saber que luego ellos
intercederán por nosotros cuando gocen de su gloria celestial. La Virgen María está
siempre al lado de los moribundos pero también Satanás y si el alma no está en las
debidas disposiciones puede perder esta batalla y condenarse, por eso, hay que
rezar por ellos, porque la luz del Espíritu Santo les guíe en el último trayecto de su
vida.
Ofrecer los méritos de la Crucifixión de Jesús, el valor de sus Llagas, los dolores de
nuestra Madre Santísima y procurarles los últimos sacramentos, para que no
tengamos pecados de omisión negándole a un alma los medios para su salvación.
Jesús nos dice: SEAN CUMPLIDORES DE MIS MANDAMIENTOS. RECÍBANME EN MI
CUERPO Y EN MI SANGRE. ACÉRQUENSE A MI CORAZÓN. LES INVITO E INSISTO
URGENTEMENTE: CONVIÉRTANSE. ¡¡¡BASTA YA DE TIBIEZAS!!!
Dios nos pide caminar contra la corriente del mundo para que podamos sobrellevar
cuanto se acerca a la humanidad. Es necesario pedir al Espíritu Santo que nos
auxilie para que discernir la Palabra de Dios, ya que en este tiempo se han
levantado gran número de falsos profetas para desviarnos del camino correcto.
En este instante el mal se alimenta con la desunión de los hijos de la Iglesia. Es
esencial mantenernos unidos para que levantemos esa gran muralla del amor, ante
la cual el enemigo no puede vencer.