¡Ay del solo!
¡Naturalmente, amigo mío!,
que Jesús el Cristo era hombre
. Pues no
faltaba más. ¡Y que clase de hombre! Usted reconoce que Él sí, era verídico, y que
los demás de la religión, “tirios y troyanos”, no han sabido ser dignos de su legado.
Bueno en eso
puedo estar más o menos de acuerdo con usted.
Somos seres
humanos falibles, y por eso tenemos esas fluctuaciones que tanto lamentamos,
pero que comprendemos en los demás y en nosotros mismos, a causa de
esa
reconocida flaqueza
.
Verá; si los humanos fuéramos puros y perfectos, Jesús no habría hecho
falta y nos la hubiésemos arreglado solos. El mundo sería un paraíso, y “ataríamos
a los perros con longaniza” como se dice en lenguaje vulgar. Pero amigo mío,
la
humanidad es corrompida
desde su nacimiento, No es solo que está corrompida;
es que es corrupta. Es incapaz, a pesar de las posibilidades que tiene, de
organizarse en orden y en armonía de razas y de pensamiento en paz, para el bien
de todos.
Jesús no habría tenido que ser crucificado, pero tampoco resucitado, y
garante de
nuestra salvación de la justa ira de Dios
sobre nuestra rebeldía, y el
desprecio de sus ordenanzas para dirigirnos en medio de nuestro egoísmo y
maldición. Si Jesús tuvo que ir a la cruz, y como hombre íntegro gimió y pidió al
Padre Eterno que le librara de su sacrificio, es porque
Dios sabía que sin su sangre
no habría salvación
.
Dios nos amó primero, y en su amor no quiso que nos perdiéramos y
cayésemos en una muerte eterna, que significa
estar separados de Dios y de la
gloria y grandeza de su poder.
(
2 Tes. 1:8,9).
No habrá cosa peor, que la condición
de los que estarán lejos de la ventura de Dios y de la compañía de los que
amaron
al Señor
, y son llevados, en medio de la Gloria eterna, a la
victoria del Cristo
y de
su Padre eterno.
Allí conoceremos a tantos que también le siguieron, algunos hasta la
muerte.
A los que amamos tanto
y a los que se volvieron de su mala vida al
regalo
de Cristo
. Estaremos en una dicha eterna, y no habrá preocupaciones, porque el
manto del Señor nos cubrirá con todo su esplendor.
Y no habrá quien nos espante
,
(Ezeq. 39:26) ni con amenazas, ni con
tentaciones, porque estaremos en la visión y estado beatífico que es como dice el
apóstol Pablo
.
Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni
han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para
los que le aman
.
(1 Corintios 2:9) Ya es decir.
Conoceremos una victoria sin paliativos, sin bajas ni pérdidas:
Enjugará
Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto,
ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
(
Apoc.21:4,5) Es algo tan
incalculablemente maravilloso que no cabe en mente humana.
Todo ello gratis, y sin precio de compromiso.
El que quiera…
(Apc. 22:17)
Un toquecillo bíblico
Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere
sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere
heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que
arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Apoc. 21:6,7,8.