Hombre Nuevo
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José Manuel, L.C.
Sin enterrarse
Los refranes populares guardan demasiada sabiduría, por algo se dice que “los dichos de
los viejitos, son evangelios chiquitos”. Huelga confesar mi afición por ellos, pues desde
niño los he escuchado de mi madre que sabe tantos como Sancho Panza, que ya es decir.
Esta semana escuché uno nuevo que me dej pensando: “Con los amigos se llega hasta
el cementerio, pero no nos enterramos con ellos”. ¿Hasta dnde puedo llegar con los
amigos? Hasta donde la recta conciencia y nuestros principios nos lo permitan, sin
rebasar jamás el límite de la verdad y la honestidad. ¿Quién es un amigo? Es alguien en
quien confiamos, es un aliado en los momentos de dificultad. Es aquel que pretende,
procura y desea nuestro bien. Algunos llegan a compararlo con nuestro otro yo. “El que
encuentra a un amigo, encuentra un tesoro”. El que nos enreda en el vicio y el pecado
no es amigo, es un camarada, un “compadre” de ocasin, un compinche. Los
contubernios, la complicidad, la confabulación jamás se le puede llamar con el noble
título de amistad. Y porque “el que con lobos anda, a aullar se ensea” es mejor elegir
bien nuestras amistades. twitter.com/jmotaolaurruchi