Manipuladores de cerebros
Un libro de 1974, titulado Manipuladores de cerebros es muy actual,
con cosas sugerentes, aunque se refiere a Estados Unidos, escrito durante
la época de Nixon pero con datos anteriores. Su autor, Herbert I. Schiller,
denuncia que "en 1945 se convenció al pueblo norteamericano de que su
existencia diaria era amenazada por la economía rusa, devastada por la
guerra y totalmente agotada"; hace pocos años ganó un Oscar un
documental sobre la gestión del miedo que hacía el gobierno de USA, y en
España estamos viviendo la gran desinformación en torno a los atentados
de Madrid del 11-M. Recuerdo hace menos tiempo, como muestra de las
diversas manipulaciones que hemos tenido, cómo lanzaron a la guardia civil
contra Marta, una buena deportista, e intentaron hundirla con una supuesta
venta de drogas, que luego se demostró falso: pero ya el Gobierno
consiguió distraer la atención aquellos días en los que había huelga de
controladores, a los que se sometió con una campaña de desinformación.
Coincidencias y pruebas perdidas las estamos viendo en los juicios en que
miembros del gobierno central o de la Junta de Andalucía están implicados,
acoso y mentiras... van en la línea de lo que se dice en el libro. La
manipulación se hace mejor durante las crisis, tanto si son naturales
(terremotos y otros desastres) como guerras y atentados terroristas.
Entonces se pueden tomar medidas drásticas por parte de los gobiernos,
con la excusa de protegernos. Cuando se produce una crisis hay histeria y
frenesí, se renuncia al proceso de selección mental y somos más
manipulables. A esto ayuda la TV y la pasividad intelectual que produce.
"El sueño americano incluye un medio personal de transporte, una
vivienda unifamiliar, una empresa controlada por el propietario". Sobre
estas cosas va el control… "Para que la manipulación sea más eficaz, no
debe haber pruebas de su presencia -sigue el libro-. Cuando los
manipuladores creen que es inevitable y natural que las cosas sean como
son, la manipulación tiene éxito". Se apoya todo en la información: Henry
Luce, fundador de Time, Life, Fortune, Sports Illustrated (éstas y otras
revistas), dijo a sus subordinados de Times: "la presunta objetividad
periodística, la hipótesis de que el autor presenta los hechos sin aplicarles
tesis, de que el autor presenta los hechos sin aplicarles ningún juicio de
valor es algo que está de moda... y es algo categóricamente falso. Es algo a
lo que debí renunciar y que debí denunciar. De modo que cuando digo al
diablo con la objetividad, es cuando nos entendemos" (1972). Así, muchos
medios nos sueltan las mismas noticias, y no otras (¡la pobre África, la gran
ignorada en sus problemas, en las zonas que no podemos sacar petróleo!).
Por citar algunos momentos actuales de manipulación: Cuando M.
Teresa Fernández de la Vega habló, cuando era vicepresidenta del
gobierno, de que la objeción de conciencia era algo antipatriota, porque lo
que vale es la legalidad, y que ir contra una ley era insubordinación, estaba
olvidando que cuando los socialistas están en la oposición van contra
muchas leyes, pero cuando tienen el poder acosan hasta querer provocar
miedo, contra la libertad de las conciencias, y en los puntos que se les lleva
la contraria son más dictatoriales que los nazis. Volviendo a lo de la
objeción, ante la amenaza de los médicos de no trabajar, hicieron una ley
del aborto (muy mala) con una buena redacción de la objeción de la
conciencia. Pero éramos ingenuos al aplaudir eso, pues había una norma
que decía: eso se concretará en otro sitio. Pues bien, esa "concreción" era
hacer una lista de los que quieren objetar. Claro: esta lista negra quería
intimidar a los que se atrevan a objetar, para después sufrir las
consecuencias negativas de estar "fichados"... Pero el perverso social se
desvanece al final, quiere hundir y en ese afán se hunde él.
Llucià Pou Sabaté