Ráfaga en la noche
Me vino tu ráfaga
Cuando soñaba contento
Con la sal marina.
La luna, ante tu ráfaga,
En la playa se arremolina.
Te entrego mis brazos
En la cordillera nocturna.
Al estrecharse con los tuyos
Despiertan las algas marinas.
Me vino tu ráfaga divina
Mientras soñaba anhelante
Por ver tu belleza infinita.
Felipe Santos, padrecito salesiano