Mes del Rosario
Auxilio de los Cristianos
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
La Iglesia tradicionalmente titula octubre como “Mes del
Rosario”.
Es interesante remontarnos a sus orígenes. Sucede que en la
antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar a los
triunfadores con coronas. En los juegos, con laurel, pero a las
estatuas de sus dioses con rosas como símbolo del ofrecimiento de
sus corazones. De ahí derivó la palabra "rosario" significando
"corona de rosas".
Observando esta tradición, las mujeres cristianas que eran
llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo
vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de
corona de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus
corazones a Dios. Por la noche, los cristianos recogían esas coronas
y, por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno
descanso de sus almas.
Recitar el Salterio consistía en rezar los 150 salmos de la
Biblia. Sin embargo, en la Edad Media pocos sabían leer. Por esto,
aquellos que no sabían leer o no pudieran dedicarle ese tiempo,
podían suplantar los 150 salmos por 150 Avemarías, dividiéndolas
en quince decenas. A este "rosario corto" se le llamó "el Salterio de
la Virgen". Y así se formó el rosario.
2) Para pensar
A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría al ver
que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la
conversión de los herejes y decidió ir al bosque a mortificarse y
rezar. Estuvo en oración y penitencia tres días, flagelándose hasta
perder el sentido. Fue entonces que se le apareció la Virgen María
con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las
almas duras sería el rezo de su salterio, más que la flagelación.
Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral
de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para
escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta
con rayos y viento muy fuerte que hizo que se asustaran. Era el
demonio que en vano quería impedirlo, pero el santo predicó sobre
el rosario. A partir de entonces se generalizó su rezo.
Siglos después, los cristianos vieron peligrar su fe y su vida
cuando los turcos amenazaron con invadir y someter a Europa. Eran
muy superiores en número de soldados y barcos. Ante tal peligro, el
Papa San Pío V convoca a todos los católicos del mundo para que
apoyen al débil ejército pidiéndole con el rosario a la Virgen su
intercesión ante Dios. Y el 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la
batalla naval de Lepanto, en la cual milagrosamente los cristianos
vencieron a los turcos, salvando su fe. El Papa añadió a las letanías
la invocación: “Auxilio de los Cristianos”.
3) Para vivir
Dios ha querido que muchas gracias nos lleguen por el
conducto de su Madre, convirtiéndola en medianera de todas las
gracias de Dios.
Muchas promesas y gracias acompañan al rezo del rosario:
ayuda para no caer al infierno, destrucción de los vicios, disminución
de los pecados, crecimiento en la piedad, y como un poderoso
medio para alcanzar la santidad.
Esta oración ha sido la preferida de santos y de Papas. El
beato Juan Pablo II, recién elegido Papa, declaraba: “los exhorto a
mantenerse en el fe y rezar el rosario, que es mi oración predilecta:
¡Una plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su
profundidad”. Hagamos que esta oración sea parte de nuestro día.
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