EL DESIERTO ESTÁ DE FIESTA
Ante la profesión de los novicios
El pasado 3 de septiembre el Desierto de las Palmas se vistió de fiesta. Celebramos la
profesión de nuestros novicios: Juanma y Jesús. Ya son conocidos de nuestros lectores.
Damos gracias a Dios porque nuestra familia del Carmelo ha sido enriquecida con
nuevos miembros. Sentimos que estos jóvenes religiosos son un regalo de Dios para
nuestras comunidades.
Nuestro agradecimiento se hace extensivo a sus familias. Vosotros sois los mejores
benefactores de la Orden. Lo que más queríais nos lo habéis dado. Por eso queremos
expresaros nuestro cariño, respeto y agradecimiento. Vosotros tenéis un lugar en nuestro
corazón. Nunca olvidaremos este gesto de generosidad.
En la celebración, el presidente de la Eucaristía, P. Miguel Márquez, comentó estas
palabras que el ritual pone en labios de los novicios en forma de peticin: “La
misericordia del Seor, la pobreza de la Orden y la compaía de los hermanos”.
Nuestros hermanos pronunciaron un sí generoso al Señor en presencia de sus familiares
y hermanos carmelitas. Pedimos al Señor el don de la perseverancia para que este gesto
de entrega sea un sí perenne a la persona de Jesús durante la peregrinación de su vida,
con sus luces y sombras, pero en todo momento llena de la presencia del Resucitado.
Hay un detalle que suele pasar desapercibido y quiero resaltarlo en este artículo: el
compromiso de Dios con la persona que se consagra a Él. El SÍ de Dios al creyente que
se decide a seguirle. El Señor se compromete a estar presente en todos los
acontecimientos de su vida. No sólo a estar presente sino también a iluminar su
existencia y a prestarle ayuda en la aventura de esta peregrinación. Un SÍ firme e
inconmovible, que no falla, ni está sujeto a los vaivenes que todo ser humano
experimenta. “Yo estoy con vosotros…” “No tengáis miedo”. Son palabras conocidas
en la Biblia y que se hacen presentes en muchos personajes bíblicos. Porque los
consagrados sentimos y creemos en este SÍ de Dios que ilumina y alienta nuestro
caminar, por eso pronunciamos con esperanza los consejos evangélicos. Con razón
Jesús es el SÍ de Dios y el AMÉN de Dios. En Él nos sentimos fuertes y seguros llenos
de esperanza.
Agradecemos a esta comunidad del Desierto de las Palmas que ha acompañado a estos
novicios, ya profesos, en los primeros pasos de su vida consagrada. Toda vocación va
creciendo al aliento y al amparo de miembros concretos que van guiando de una u otra
forma las nuevas vocaciones. En el seno de esta comunidad han ido germinando poco a
poco los sueños que el Espíritu ha ido poniendo en el corazón de nuestros jóvenes.
Hacemos una llamada a nuestros lectores para que pidan por las vocaciones al Carmelo.
Jesús es el dueo de la via pero necesita de nuestra colaboracin. “La mies es mucha,
los operarios pocos, rogad al Seor para que envíe obreros a su mies”. Nosotros
tenemos una mentalidad muy distinta a la del evangelista. Diríamos: “la mies es mucha,
los operarios pocos, hay que trabajar más”. Roguemos y no nos cansemos de orar por
las vocaciones. Es una forma de ir sembrando.
Lucio del Burgo OCD