TE BUSQUÉ
Mi alma no para,
Mi pensamiento vuela,
Mi imaginación revolotea
Por tu vida
Que me enajena.
Te busqué en la espesura
De la selva,
En la verde ribera,
En la brisa del trigal,
En las tiernas hierbas.
Te busqué ansioso por verte
Como un amiga eterna.
Te busqué anhelante
Entre el canto de la tarde,
Entre el rumor de las aguas,
En la luz de la altura
Donde se asienta tu figura.
Te busqué.
Te encontré.
Mi alma duerme en paz
En los altares de tu hermosura.
Te encontré.
¡Menuda suerte!
Ya vives en mí
Y tú en mí,
Jesús de la vida y de la muerte.
Felipe Santos, padrecito salesiano
Besos, abrazos y recuerdos