CON LOS OJOS DE DIOS
Es importante cultivar las buenas relaciones con los que nos
rodean. Las mejores empresas vienen abajo porque la gente no se
entiende. Mi experiencia en la Iglesia me ha hecho presenciar que
muchos grupos, con una finalidad muy evangélica y unas tareas
muy dignas se deshacen porque la gente no se aguanta, no se
soporta. Es necesario motivar e iluminar las relaciones personales.
Existen motivaciones que hemos de tener en cuenta. La Biblia
ilumina la vida del creyente y tiene en su entraña una sabiduría
humana que hemos de tener muy presente. He recogido algunas
citas que nos pueden ayudar a la buena convivencia.
--- Las primeras páginas de la Biblia se abren con la afirmación
que la persona humana es imagen de Dios (Génesis 1,27) . No
estamos hechos a imagen de nosotros mismos, sino de Dios. Y la
imagen de Dios es muy rica y variada, muy variopinta.
--- También en las primeras páginas del texto sagrado nos narran
la muerte de Abel por su hermano Caín. En el relato hay estas
palabras iluminadoras: “ Qué has hecho de tu hermano (Génesis
4,8) . La preocupación por el otro es una constante en el
pensamiento bíblico. Los autores sagrados intentan una y otra vez
sacarnos de nuestro círculo, del narcisismo de la persona: yo, mis
cosas, mis opiniones, las personas que me caen bien, mis
aficiones…, hasta el extremo de proponer el heroísmo como ideal
del creyente: “el que pierde su vida por mí y por el evangelio la
encontrará”. En este mismo sentido nos van a orientar los
evangelistas: lo que hemos hecho a los enfermos, encarcelados,
los hambrientos se lo hemos hecho al mismo Jesús. Cristo se
revela en el rostro del hermano (Mt 25,31-36).
--- El problema de las limitaciones de los que viven a nuestro
lado. Las encontramos en cualquier lugar porque nadie es
perfecto. Los defectos de los demás, los traumas que están con
nosotros desde niños, las manías (todos las tenemos y además las
justificamos como podemos). Y un largo etcétera que todos
conocemos. Es bueno que nos eduquen en este tema. ¿Cómo
lidiar con lo negativo que encontramos en las personas? La
solución a este problema nos dará la paz, la compasión con el otro
y crecerá en calidad nuestra convivencia.
--- Buscar lo positivo del otro . Todos tememos cosas positivas y
negativas. Ya contaba Jesús en una parábola que en el campo hay
buen trigo y malas hierbas (Mateo 13,24-30). La pena es que
nuestra mirada solo se fija en lo negativo. Toda persona tiene en
su corazón una buena semilla que Dios ha plantado, incluso los
hombres y mujeres más crueles.
--- Hay mucha crispación, descalificación y echar por tierra a los
demás. La Biblia canta la belleza de la buena convivencia y el
vivir los hermanos unidos. Es más, el autor sagrado esta
convencido que un pedazo de cielo inunda el corazón humano
cuando las relaciones humanas son buenas. ¡Ánimo! No te
conformes con lo que hay en tu entorno. Siempre se puede hacer
algo. Incluso en los ambientes más hostiles. “Donde no hay amor,
pon amor y sacarás amor” (San Juan de la Cruz).
Voy a terminar este artículo con algunas preguntas para nuestra
reflexión personal.
1. ¿Qué encuentro en el otro que es un regalo para
mí?
2. ¿Me han servido de algo las limitaciones de los
demás? ¿He sacado algo positivo?
3. Nos separan muchas realidades, ¿cómo construir
puentes con los demás para que nuestras relaciones
sean más fluidas?
Lucio del Burgo