EL CANTO DE LA SALVE
En la Orden del Carmen se ha cantado la Salve desde tiempo
inmemorial. Generaciones de carmelitas han expresado su amor a
la Madre de Jesús con el canto de la Salve. En 1324 el Capítulo
General de Barcelona estableció que este himno mariano fuera
cantado después de cada hora canónica del Breviario y también
después de la Misa.
En los siglos XVI y XVII aparecieron en toda Europa y en América una
serie de reformas. Querían restablecer el fervor primitivo: la austeridad, la
oración prolongada, la vida comunitaria y la pobreza. No podía faltar la
devoción mariana que ha sido muy característica de la Orden del Carmen,
hasta el punto que un eslogan muy antiguo rezaba así: “el Carmelo es todo
de María”. Un superior general Nicolás Audet estableció que todos los
religiosos, sin excepción alguna, tenían que participar en el acto
comunitario del canto de la Salve, el sábado después de completas, que era
la última oración antes de retirarse a sus habitaciones para descansar. El
acto revestía una solemnidad e importancia particular.
¿Por qué revestía una importancia peculiar el canto de la Salve en
el día del sábado? Porque el sábado era el día de la Virgen. Lo
mismo que el domingo es el día del Señor. En el sábado María
con algunas mujeres y el discípulo Juan se quedaron solos ante el
Señor Crucificado. Los otros discípulos se habían dispersado. La
Iglesia agradeciendo a la Virgen este gesto de fidelidad a Cristo,
sosteniendo la Iglesia naciente, recuerda a la Madre de Jesús este
gesto de generosidad y permanencia en la fe.
Una piadosa tradición del convento de Bolonia recuerda que en
1488, mientras los frailes estaban cantando la Salve, la Virgen se
había hecho presente en la comunidad. La Salve y la Virgen han
estado muy unidas en la vida del Carmelo.
Lucio del Burgo
ASÍ INVOCABAN A MARÍA
A través de los tiempos, el corazón del Carmelita ha ido creando
ciertas expresiones marianas. Voy a presentar una lista que se
puede encontrar en los cantos, en la liturgia carmelitana, en las
poesías, en diversos escritos y en distintas épocas. Reflejan el
papel de María en la Orden del Carmen.
Dulce castellana
Maestra de la Orden
Abadesa del Carmelo
Señora y creadora de la Orden
Fundadora de la Orden
Virgen Purísima
Princesa de la Familia de Elías
Reina del Carmelo
Abanderada del ejército del Carmelo
Virgen y Madre purísima del Carmelo
Esperanza del Carmelo
Virgen Flor del Carmelo
Flor resplandeciente del Carmelo
Testamento divino
Madre piadosa de los Carmelitas
Princesa serenísima de los Carmelitas
Dulce Virgen María
Estrella y Cedro del Carmelo
Madre de la Familia Carmelita
Priora de la Orden
Madre de la Orden
Legisladora de la Orden
Patrona de la Orden
Hermana primogénita
Madre amable del Carmelo
Cabeza del Carmelo
Auxiliadora de los Carmelitas
Reina soberana de los Carmelitas
Madre y Decoro del Carmelo
Virgen fecunda del Carmelo
Flor del Carmelo
Melodía suave y divina
Vid fecunda
Reina y Madre de los Carmelitas
Madre piadosa
Estrella brillante del cielo
Nube del Carmelo
(Tomado de Emanuele Boaga, La Señora del lugar)