MARGARITA II
La linda margarita vacila
Tremolando sus hojas al viento.
Se adorna el valle
Con su blancura redondeada
Y su elegancia sin término.
Pasan las nubes por encima
Cubriendo su belleza
De paz y de cielo.
Yo me acerco a ella
Para en sus hojas descifrar
Que te quiero.
Juego alegre del sentimiento.
Todos sus pétalos me dicen que sí
Y por eso, me siento tan contento.
No hay nada tan bello y lindo
Como mantener en el corazón
El definitivo y rico “te quiero”.
Felipe Santos, padrecito salesiano
Poema diario