Voz del Papa
Colaborar en transmitir la fe
José Martínez Colín
1) Para saber
Hace pocos días el Papa Benedicto XVI pronunciaba un
mensaje en que invitaba a colaborar en la transmisión de la fe, en la
evangelización, en mostrar a Cristo, verdadero Dios y verdadero
hombre. Y se preguntaba “¿quién es el mensajero de este alegre
anuncio? Seguramente cada bautizado. Sobre todo los padres,
quienes tienen la tarea de pedir el Bautismo para sus propios hijos…
Todos los papás y mamás están llamados a cooperar con Dios en la
transmisión del don inestimable de la vida, pero también a dar a
conocer a Aquel que es la Vida… los niños tienen necesidad de
Dios… saben apreciar el valor de la oración y de los ritos, así como
intuir la diferencia entre el bien y el mal. Acompañadles, por tanto,
en la fe, desde la edad más tierna.”
2) Para pensar
Se cuenta que durante la guerra de los “cristeros” en México,
cuando muchos revolucionarios persiguieron a muerte a la Iglesia,
las misas se hacían clandestinamente. Los vecinos se pasaban la voz
cada vez que llegaba un sacerdote vestido de paisano al pueblo.
En un pueblo rural esperaban al sacerdote que llegaría. Los
catequistas clandestinos tenían preparados bautismos y otros
sacramentos. Consiguieron un viejo granero, lo suficientemente
amplio para albergar unos cientos de fieles.
Aquel domingo por la mañana el viejo granero estaba
totalmente lleno. Había unas 600 personas esperando el inicio de la
celebración. Sin embargo, de repente se sobrecogieron al ver dos
hombres rudos entrar a la iglesia vestidos con uniforme militar y
armados. Uno de los hombres gritó: "El que se atreva a recibir un
tiro por Cristo, quédese donde está. Las puertas estarán abiertas
sólo cinco minutos". No fueron necesario los cinco minutos, pues
inmediatamente empezaron a desalojar la iglesia: el coro se levantó
de prisa y se fue; lo mismo los diáconos y la gran parte de la
feligresía salió corriendo. De las 600 personas solo quedaron unas
20, entre ellas el sacerdote, que de pie junto al altar no se movió.
El militar que había hablado, miró al sacerdote y le dijo: "De
acuerdo padre, yo también soy cristiano y vengo a la Santa Misa. Ya
me deshice de los hipócritas y miedosos. Puede ahora iniciar la
celebración".
3) Para vivir
La enseñanza de la fe no se limitará en aprender unas
oraciones, que son necesarias, sino que será preciso vivir esa fe en
los diferentes acontecimientos de la vida: alegres o dolorosos, en la
salud y en la enfermedad, en el descanso y en el trabajo, en la
preparación para los diferentes sacramentos, hasta en saber
afrontar la muerte con espíritu cristiano.
Así, indicaba el Papa Benedicto XVI que esa ayuda no sólo va
dirigida “a comprender con la inteligencia las verdades de la fe, sino
también viviendo experiencias de oración, de caridad y de
fraternidad. La palabra de la fe corre el riesgo de quedarse muda, si
no encuentra una comunidad que la lleva a la práctica, haciéndola
viva y atrayente… ¡No tengáis miedo de comprometeros por el
Evangelio! A pesar de las dificultades que encontráis para conciliar
las exigencias familiares y laborales con las de las comunidades en
las que desempeñáis vuestra misión, confiad siempre en la ayuda de
la Virgen María, Estrella de la Evangelización”.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía por la
Universidad de Navarra
(e-mail: articulosdog@gmail.com )