LLUVIA
Ha empezado a llover.
En el bosque la lluvia
Es agradable de ver.
Limpia suavemente las hojas
De las palmeras y robledales.
La tierra huela a ozono
Por todos los rincones y lugares.
Absorto ante este fenómeno natural,
He apreciado, amiga,
Tu cariño, tu paz y amistad.
Tuena por los cielos la tormenta.
Alguna chispa cae en el horizonte.
Y en algún instante decimos:
Es la voz del Señor que nos invita,
Envueltos en frondoso bosque,
A alabarle, darle gracias y cantar.
Locos ante la lluvia densa.
Y en nuestras almas y corazones:
La presencia vital de Jesús Vivo
Que nos alegra y el miedo ahuyenta.
Felipe Santos, padrecito salesiano
Poema diario