Agradecimiento
Vaya por delante mi profundo y sincero agradecimiento a las cadenas de TV, sin
diferenciar a ninguna de ellas, por la fantástica y bien organizada retransmisión en
el día de hoy, con motivo de la Beatificación de Juan Pablo II. Los que por un
motivo u otro no hemos podido estar presentes, gracias a estas retransmisiones en
la distancia nos hemos sentido como si hubiéramos estado en la misma Plaza de
San Pedro y todos sus aledaños, con las entrevistas, comentarios y anécdotas que a
lo largo de toda la noche de la Vigilia han transcurrido, y que ha sido tan
gratificante recordar tantos recuerdos de ese gran Papa “viajero”. Fueron más de
130 viajes los que hizo a lo largo de su Pontificado, o sea que calculando podía
haber dado la vuelta al mundo 29 veces.
No nos lo han contado, lo hemos presenciado a través de las pantallas de la tele, ha
sido el mayor acontecimiento que se ha visto de despliegue humano. Y, es que
como digo anteriormente ha ido peregrinando y llevando el mensaje del Evangelio a
tantos lugares del mundo, que hoy todos han querido devolverle su agradecimiento
y compartir la alegría de verlo en los altares. Anoche incluso llovió algo en Roma,
pero hoy ha sido un día de esplendor, como no podía ser menos para el
acontecimiento que se celebraba.
El Papa Benedicto XVI ha elegido una fecha muy significativa para la beatificación
de su predecesor, el día 1 de mayo, primer día del mes dedicado a María como él
llamaba a la Virgen, la fiesta de la Divina Misericordia que fue instituida por Juan
Pablo II y también el Día Internacional del Trabajo, él que fue un trabajador más
como otro cualquiera trabajando en las canteras y luego por su siempre defensa a
favor de los trabajadores.
"Hagan todo cuanto esté en su mano por escuchar debidamente la voz del obrero y
por comprender sus exigencias legítimas de justicia y equidad", decía en la Ciudad
del Vaticano el 24 de diciembre de 1979 ante la Unión Cristiana de Empresarios de
Italia.
Ahora solo nos queda a todos los que le conocimos y escuchamos difundir su
legado.
Elena Baeza Villena