A VECES
A veces la Providencia
Pone en tu camino
Seres tan originales,
Que te dejan huellas
Imborrables.
Es esa gota de sabiduría
Que vibra en el cocktail
De la emoción y del sentimiento.
Ella es la alegría, la dulzura,
La preciosa aurora
Ante la que luce todos sus esplendores.
Señor,
De estos seres originales,
Que no se dejan etiquetar,
Haz que me sienta siempre prendido.
Dejan en mí huellas de lo
Humano y de lo divino.
Felipe Santos, el padrecito salesiano