EN TUS OLAS
En tus olas, Señor, voy sumergido
Y dejo que me lleve tu corriente.
En la luz imprecisa del poniente
Me acompaña, seguro, tu latido.
Ya no temo la noche del sentido,
Pues he llegado a la escondida fuente
Donde, dentro de mí, Tú estás presente
Y en tu abrazo de amor amo y olvido.
¡Oh Mar de inmensidad en que me anego,
oh Fuente de agua pura y cristalina,
que borra las reliquias del pecado!
Hambriento de Verdad, a Ti me entrego.
En la tarde del hombre que declina
Pongo en Ti mi esperanza y mi cuidado.
Felipe Santos, padrecito salesiano