El Amor sin límites
A quién no le ha ocurrido a lo largo de su vida momentos de lucha más intensa,
quizá de oscuridad y de dolor profundo, por contrariedades diversas, como puede
ser, una enfermedad, un revés económico, un disgusto familiar, imprevistos que se
nos presentan cuando menos los esperamos, etc. En estos días que contemplamos
la Pasión del Señor podíamos hacer un rato de oración cuando nos cueste más
saber descubrir la Voluntad de Dios en esos acontecimientos que no entendemos y
pensar como también Jesús durante las horas de Getsemaní : “Siente ya en su alma
anticipadamente los padecimientos de la pasión; los insultos, los salivazos, los
azotes, las espinas, los clavos y aquella lanzada que desgarrará su corazón. Jesús
sufre y da su vida por nuestra miseria humana.
Aquella noche dramática, pero intensamente amada venía precedida de jornadas
densas de tradición provocada por los que no le entendían y hasta le odiaban, una
etapa agotadora por la que El no había eludido generosidad, amándonos hasta el
fin” , (Getsemaní, de Monseñor Javier Echevarría).
Desgraciadamente también hoy, los hay que quieren eliminarlo de todo, hay
energúmenos descerebrados que a pesar de ir a la universidad, tratan impedir la
celebración de la Santa Misa en la Universidad de Barcelona y obligan al cierre de la
capilla.
Pero, lo quieran o no, Dios es el Dios de todos, aunque traten eliminarlo de todo, ya
llevan más de 20 siglos intentándolo, pero sin éxito alguno. También lo hizo Saulo
camino de Tarso, pero la caída del caballo le hizo ver la Verdad.
Y ese Amor sin límites de servicio es el que tuvo Jesús con nosotros. “Nadie me
quita la Vida, sino que Yo la doy por mi propia voluntad”, (Jn.10, 18).
Espero y deseo como decía el actor Antonio Banderas la semana pasada en su
pregón, “que los desfiles procesionales que durante la Semana Santa se van a
celebrar, tanto en Málaga como en tantas ciudades, nos hagan vivir y recordar
nuestras señas de identidad”.
Elena Baeza Villena