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SER UNO MISMO
Felipe Santos, padrecito salesiano
Conócete a ti mismo, sé tú mismo...¿Por qué
es tan difícil ser uno mismo? Respuesta...
Se oye a menudo “llega a ser lo que eres", "sé
tú mismo". En este simple enunciado, lo que
veo es una inmenso deseo. De hecho, toda
persona está habitada por el deseo de vivir de
lo verdadero, ser libre, ser ella misma.
¿Cómo lograr esto?
Veo dos cosas. Primeramente:
la
ilusión de apartarse de las
dificultades, así se podría llegar a
ser uno mismo
. Es una ilusión porque
los obstáculos, los frenos forman parte
absolutamente en nuestro camino.
Mediante las dificultades es como voy a
construirme. ¿De dónde vienen? De la forma
cómo reciba las cosas y reaccione. Esta
dificultades hablan de lo que soy. De ella nace
algo de mí que se va a revelar.
La segunda ilusión, ligada ala primera, es creer
que en el fondo estaría nuestra verdadera
personalidad. Pero es completamente mítico.
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Está todo hecho de golpe sino a lo largo de la
vida. Potencialidades y no cosas ya hechas.
Estas potencialidades van a expresarse en
función de la vida y de las relaciones. En las
circunstancias más difíciles, hay para el chico
la posibilidad de nacer a la vida.
Ser uno mismo va a la par con el conocimiento
de sí. No se ensaya una introspección para
verse, sino un recorrido. Pero es un recorrido
que da un poco de miedo. Acompañaba a una
chica que no soportaba la empresa de su
suegra, aún siendo gentil. Pero no se daba
cuenta que no soportaba esta actitud porque
estaba obsesionada. Quería saber todo acerca
de su hijo, amaestrarlo en nombre del bien.
Aprender a conocerse es un camino que
nos va a desvelar cosas sobre nosotros
mismos que no son ideales
. Este camino no
es fácil. Da miedo. Algunos no se comprometen
Están encerrados en una imagen de sí. Pero la
imagen no es real. Creo conocerme, ¿pe qué
voy a descubrir? Voy a darme cuenta que
detrás de la chica/el chico simpático, hay cosas
no bellas, que no se quieren ver. Nos
imaginamos que no se puede ser amado si no
se está bien. Pero
la buena noticia de la
Biblia, es que Cristo nos ama tal como
somos.
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La idea de que puede ser amado si no se está
bien, comienza muy pronto. El niño capta lo
que le agrada en su ambiente (padres ante
todo)
y se conforma con este modelo, con
esta imagen
. Cuando hay un hermano, una
hermana, son dos para compartir la atención de
los padres. Se desea la desaparición de esta
concurrencia. El mundo adulto es idéntico. Con
todo eso va a construirse nuestra personalidad.
De debate y se riñe con esta cuestiones : no
decir algunas cosas por miedo a que se nos
desprecie y se nos rechace. No se está a gusto
sin saber por qué.
Desprenderse da las malas imágenes de si
Todas estas imágenes de mí de la otra
que parece que son inevitables, no lo
son tanto cuando se convierten en
nuestra realidad. Comienzo a
desprenderme cuando comprendo que
lo que percibo no es todo mi yo o el de
la otra. Además percibo y me doy cuenta de la
otra de forma subjetiva. Por eso Cristo dice “no
juzguéis y no seréis juzgados”. Todo son, a
veces, juegos de la imaginación mezclados.
Cuando se llega a desprenderse de estos
juegos, muchas cosas se vienen abajo. Cuando
se está siempre encolerizado con alguien o no
se soporta, es porque se le ha encerrado o
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enmarcado en una imagen. Conocí a una joven
que fue abandonada por sus padres. Vivió
durante mucho tiempo aterrada por su padre
hasta que se deshizo de esa idea.
¿Cómo podemos vivir este desprendimiento?
Sólo si reflexionamos sobre el movimiento de
cólera, envidia o frustración. A menudo no
somos conscientes de lo que se vive en
nosotros. Llegamos a serlo cuando aceptamos
la venida a la luz de lo que el otro(a) suscita en
nosotros para sofocarlo y salvar nuestra
imagen de nosotros mismos. Para los cristiano,
esta luz es la Biblia, la Palabra de Dios.
¿Por qué es tan difícil dejar esta imagen de
mi? Porque estoy tan identificado con ellas, que
dejarlas es perder un poco. A menudo nos
damos cuente de que algo no marcha en
nosotros cuando sufrimos. El dolor pone el
dedo en algo que hay que cambiar. Lo dice
Cristo: "el que quiera salvar su vida la perderá,
pero el que la pierda por mi causa la salvará"
(Lucas 9,24).
Si queremos salvar nuestra
buena imagen de nosotros mismos, nos
perdemos.
Atreverse a ser
...
Otro punto decisivo para vivir su verdadera
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identidad, es aceptar la diferenciación. Pare
evidente pero es una gran dificultad. El marido
de la mujer ya citada confió a su madre la
visita y la compra de su apartamento. No hacía
diferencia entre ella y su madre, sin darse
cuenta.
¿Con quién se confunde? Madre, padre, otro?
Llegar a ser uno mismo es vivir una cierta
separación diferenciadora
. Es un punto
delicado
. Algunos sienten que hay una
confusión pero no se atreven a afrontar el
riesgo del conflicto. Entonces toman distancia
(vivir en otra ciudad) y a veces definitivamente.
Es externa, ¿pero y la interna? Pues separarse
es poder llegar a un amor más grande y libre.
Hay conflictos que son inevitables aunque se
tenga miedo de ellos. Una relación libre pasa
necesariamente por estos momentos.
... E incluso mejor
"Feliz el que llega a ser él mismo" : hoy nuestro
mundo pone el acento en eso. Hay una
exageración de placer personal. ¿Pero sabéis
que existe algo más importante? Si puedo vivir
la separación diferenciadora, es porque no han
sido mis padres los que me han dado la vida,
sino que me la han trasmitido.
Detrás, hay un amor inmenso que desea que
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viva: el de Dios. Dios ha querido que vivas lo
que eres. Has nacido de su amor. Jesús nos
muestra eso al referirse al verdadero Padre,
cuando, a los 12 años, estaba en el templo de
Jerusalén (Lucas 2,42...).
El camino para ser uno mismo pasa por
descubrir que la plena felicidad viene de Dios.
Ser yo, es vivir cada vez más que mi valor no
depende de la mirada de los demás. Se
necesita de la mirada de los otros, pero no
debemos depender de ellos.
Dios dice en el libro del Deuteronomio: "he
puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y
la maldición. Elige la vida para que vivas tú y tu
posteridad" (30,19). La elección de la vida es
una elección permanente. Me pase lo que me
pase, Dios me ama. En mis comportamientos,
actitudes, elecciones, palabras, ¿cuál es el
camino de la vida o de la muerte?
Reflexiona y elige bien.