Nada hay imposible para Dios
La beatificación de Juan Pablo II
José Martínez Colín
1) Para saber
Este primero de mayo el papa Benedicto XVI beatificará a Juan
Pablo II. La Iglesia ya realizó un proceso meticuloso de todos sus
escritos e intervenciones, entrevistó a muchas personas que lo
conocieron. Sin embargo, no basta la aprobación de la Comisión
encargada de ello y del Romano Pontífice. La última palabra la tiene
Dios mismo. Y, ¿cómo Dios da su aprobación? Realizando un
milagro por la intercesión de Juan Pablo II. Y ¿qué milagro fue? A
continuación nos lo describe la protagonista.
2) Para pensar
El testimonio es de Sor Marie Simon-Pierre, religiosa, nacida
en 1961 en Rumilly, Francia, que fue curada de Parkinson por
razones científicamente inexplicables según una comisión de
científicos. Así nos lo relata:
En junio de 2001, me diagnosticaron la enfermedad de
Parkison. La enfermedad había afectado a toda la parte izquierda
del cuerpo, creándome graves dificultades. Después de tres años,
siguió un agravamiento de los síntomas: acentuación de los
temblores, rigidez, dolores, insomnio... no era capaz de escribir…
Estaba agotada…
Me sentía muy cercana a Juan Pablo II en la oración y sabía
que él podía entender lo que yo vivía. Admiraba también su fuerza y
su valor, que me estimulaban para no rendirme y para amar este
sufrimiento, porque sin amor no tenía sentido todo esto. Mi único
deseo era vivirla con fe y en la adhesión amorosa a la voluntad del
Padre…
En la tarde del 2 de abril de 2005… todas juntas escuchamos
el anuncio del fallecimiento de Juan Pablo II… las hermanas de
todas las comunidades francesas y africanas empiezan a pedir mi
curación por intercesión de Juan Pablo II…
El 1 de junio ya no podía más, luchaba por mantenerme de pie
y caminar… Habían pasado exactamente dos meses desde la partida
de Juan Pablo II a la Casa del Padre... Me desperté a las 4.30
sorprendida de haber podido dormir y de un salto me levanté de la
cama: mi cuerpo ya no estaba insensible, rígido, e interiormente no
era la misma.
Después, sentí impulso de ir a rezar ante el Santísimo
Sacramento… Experimenté una profunda paz y una sensación de
bienestar; una experiencia demasiado grande, un misterio difícil de
explicar con palabras… medité sobre los misterios de luz de Juan
Pablo II… Al salir de la Santa Misa, estaba segura de mi curación...
mi mano no temblaba más…
También el médico quedó sorprendido al constatar la
desaparición de todos los síntomas de la enfermedad… Toda la
congregación comenzó una novena en acción de gracias a Juan
Pablo II.
Han pasado ya diez meses y no tengo dificultad para escribir.
Me parece como si hubiese renacido: una vida nueva, porque nada
es igual que antes.
Puedo decir que un amigo ha dejado nuestra tierra, pero está
ahora mucho más cerca de mi corazón. Ha hecho crecer en mí el
deseo de la adoración al Santísimo Sacramento y el amor a la
Eucaristía. Es un gran misterio, algo muy grande y profundo... pero
nada hay imposible para Dios. Sí, “si crees, verás la gloria de Dios”.
3) Para vivir
Acudamos ahora a Dios, con la intercesión de este nuevo
beato, pidiendo por su sucesor, por nuestras necesidades, así como
por toda la Iglesia, imitándolo en ser personas de oración y afán
apostólico.
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