OH SACERDOTE DE CRISTO
Felipe Santos, salesiano
Hombre lleno de amor y alegría,
En un bello día decidiste,
Que Jesús, verdadero hombre y verdadero Dios
Te hiciera todos los días feliz.
Algunos años para avanzar
Hacia el que has encontrado,
Y hará de ti el sacerdote
De Jesucristo, que nada detiene.
Muerto para rescatar a todo hombre,
Hombres pecadores como somos,
El que ha dado su vida:
Es Nuestro Señor Jesucristo.
Cuando celebras esta Misa,
Tienes en tus manos la Promesa
Del que a los apóstoles dijo:
Haced esto en memoria mía.
Pequeño sacerdote al que he elegido,
Tú, el humilde y el pequeño
Por la eternidad te quiero
Muy cerca de mi y feliz.
¡Oh humilde sacerdote que reza,
En esta hostia, Eucaristía,
Sostienes en tus manos sagradas
Al Rey de reyes, tu muy amado!
¡Oh ministro de Jesucristo
Celebra esta Misa como si
Ella fuera tu primera Misa,
Tu única y última Misa!