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La unidad del matrimonio
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Hay un relato de un escritor llamado Antonio Trueba, de principios del
siglo XX, que muestra de modo cómico la relación que hay en el matrimonio:
Se cuenta que se presentó ante el párroco una vecina, la cual llevaba en su
mano un gran palo, y aseguraba que con él le había pegado su marido. Pero
que era la última vez, pues venía a que la “descasara”.
El párroco un tanto sorprendido le pregunt: “¿Qué dice? ¿Descasarte?
Pero, ¿tu marido está de acuerdo?”. La mujer le dijo: “Claro que sí. Es más, en
un momento viene para pedirle lo mismo”. En efecto, poco después aparecía
un seor que mostraba que había sido golpeado. El sacerdote le pregunt: “Y
esos golpes?”. El hombre solo mir a su esposa. El cura comprendió y le
pregunt: “Así que quieres también descasarte?”. El hombre le dijo: “Sí,
creemos que es lo mejor”. El cura entonces les dijo: “Bueno, yo solo sé una
forma para descasarlos, así que arrodíllense que los voy a descasar. Pero que
conste que ustedes lo pidieron”.
La pareja de casados se arrodilló frente al cura. Entonces el párroco tomó
el gran palo que había traído la señora y comenzó a descargar fuertes golpes
sobre las espaldas del matrimonio. Ellos empezaron a gritar: “Basta!, basta
de golpes! Deje de pegarnos”. El cura dej de golpearlos y les pregunt:
“Pero no me habían pedido que los descasara?”. “Sí ―dijeron ellos―, pero
no de esta forma tan violenta!”. El cura concluy: “Es que no hay otra forma
de descasar a los cristianos. ¿Acaso no saben que el matrimonio no puede
deshacerse sino con la muerte de uno de los contrayentes? ¿No recuerdan la
promesa que se hicieron el día de su casamiento cuando se prometieron estar
unidos: «Hasta que la muerte nos separe»? Así que si tratan de descasarse, ha
de ser de esa forma, moliéndolos a garrotazo limpio, hasta que uno muera.
Mejor reconcíliense y vuelvan a intentar vivir en paz”. La leccin dio
resultado, pues el matrimonio, recordando los golpes, la pensaba dos veces
antes que pensar en descasarse.
2) Para pensar
La familia corre graves peligros. Por ejemplo, se atenta contra su unidad
al propagarse los divorcios. Un reto que tenemos para el tercer milenio es
defenderla y mostrar a la sociedad su valor. El Papa Juan Pablo II les hablaba
así a las familias: “Creed en su vocacin, en esa hermosa vocacin al
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matrimonio y a la paternidad que Dios les ha dado. Creed que Dios está con
ustedes… No piensen que hay algo que puedan hacer en sus vidas que sea más
importante que ser un padre o una madre verdaderamente cristianos. El futuro
de la Iglesia, el futuro de la humanidad depende en gran parte de los padres y
de la vida familiar que construyan en sus hogares” (Alocución, 1-X-1979).
3) Para vivir
La Iglesia nos invita a no quedarnos callados cuando veamos que la
familia es atacada. Seguramente a nuestro alrededor se presentan diversas
situaciones en donde habrá que dar buenos consejos. No temamos hablar:
“Cuando la institucin del matrimonio esté abandonada al egoísmo o reducida
a un acuerdo temporal y condicional que se puede rescindir fácilmente,
nosotros reaccionaremos afirmando la indisolubilidad del vínculo
matrimonial” (Juan Pablo II en Estados Unidos, 7-X-1979).
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