Hombre Nuevo
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José Manuel, L.C.
Monumento universal al silencio
Cerca de Villa de Leyva se encuentra un antiguo monasterio de frailes dominicos
llamado el “
Ecce homo
”. Además de ser una obra admirable de arquitectura colonial,
lla ma la atención el lema con el cual se identifican:
“Monumento universal al silencio”.
Allí todo invita a la reflexión, a la oración, y a la paz del alma.
¡Cuánto necesitamos de ese silencio en un mundo tan aturdido por el ruido, tan acosado
por la vorágine de las imágenes, tan impactado por las tragedias naturales y tan
dependiente del internet y de los celulares!
El silencio no es ausencia de ruido, al contrario, es intimidad y plenitud. Donde ya no
alcanzan las palabras, el silencio comienza su discurso. En el silencio se adora a Dios y
se ama de verdad. Para dos personas que se quieren, el silencio lo expresa todo a través
de la mirada, de la sonrisa o de una caricia. Dios nos ama en el silencio elocuente de la
creación multicolor y se nos descubre como amigo en la crisis más profunda o en la
tristeza más honda.
Ojala que esta cuaresma cada uno se propusiera tener momentos de silencio interior y de
oración para escuchar a Dios y acompañar a Jesús que pasó cuarenta días en ayuno para
redimirnos de nuestros pecados.