Amigo

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio 

 

 

 

Cuando el dolor golpeó mi pecho
y las
lágrimas llenaban mis ojos,
vi tanta gente junto a mí,
pero fue aquel hombro conocido
donde enjugue mis
lágrimas
y fueron sus brazos los que dieron paz al corazón.

Cuando la alegría llegó a su vida,
su boda, el hijo, los festejos de la vida,
junto a él hubo mucha gente,
y también estuve yo, gozando de su dicha

viviendo sus emociones y felicidades.

Cóncavo y convexo es la amistad,
del uno para el otro...,
y cuando es real, cual pieza de reloj, es ella.
Porque la amistad es eso, algo que mueve al corazón,
se da y se recibe del mismo modo,
sin palabras, sin gestos, sin estridencias
tan solo se da, y, quien la recibe,
recibe todo aquello que hay en un corazón de amigo:
AMISTAD, AMISTAD Y MAS AMISTAD.

Amigo, gracias por darme tu amistad
al igual a quien, abriendo sus brazos en tan grande abrazo,
por ti, por mí, a todos abrazo  y que hoy esta en nosotros
aun cuando un día, en ese abrazo tan fuerte, se quedó a la cruz asido.-

                             lorenzo   10/1993