Áncora
Autor: Diácono Lorenzo Brizzio
Cuando mi vida se perdía en el vacío,
y ya nada tenía sentido en mi existencia,
fue tu presencia, cual áncora de salvación,
lo que impidió mi caída a la perdición.
Fueron tus palabras, bálsamo a mis heridas,
y la prudencia de tu escucha, mi seguridad,
tus sutiles caricias dieron a mi alma el deseo de vivir,
y es tu amor, el áncora que mantiene mi vida.
Fue tan grande tu sentimiento por mí,
que mi vida cual inmenso barco,
en el océano de mi existencia, quedo anclado.
Y yo vivo, mi sino, sabiendo que vivo por ti,
y eres tu, el áncora que hizo estable mi vida.
Áncora de mi vida, gracias por estar allí.
lorenzo 23/09/2003