Por un día...

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio 

 

 

Desde aquel día en que por gracia de Dios, mi madre me parió,
han pasado más o menos 21672, días de vida,
en ellos he vivido desde grandes a pequeñas alegrías,
días de gozo y felicidad sin par, y otros de tristezas y sufrimientos,
todos ello anidados en mi corazón y en mi mente.

Así pasan los días sumando ellos nuevos acontecimientos a los ya vividos,
y cuando la suma se incrementa siento el peso de lo vivido,
dando gracias por haber sido bendecido con tantos bienes...
y también por todo aquello que no siendo feliz ni alegre.
Porque esos fueron los días que uso el Arquitecto de la vida,
para formar de mí lo que hoy soy, y que sin esos días de amargos cálices, hoy sé,
nunca hubiera valorado el gozo de vivir con inmensa alegrías aquellos días felices.

Según pasan los días, y en algunos de ellos brota de lo profundo,
la nostalgia de algunos de los bellos días que he vivido...
y en el silencio donde me encuentro con Dios, siempre le pido, aún cuando sé, no es posible,
volver a vivir al menos un día de aquellos, “aquel” día, ese que yo considero un tesoro,
un tesoro que guardo en mi corazón para glorificar a Dios cuando lo vuelva a vivir,
teniendo la dicha enorme que tuve cuando lo viví. Y de ser posible ¿no podría ser hoy?-

                                                                                                              lorenzo 02/02/2004