Morir

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio 

 


Todo ser racional sabe de nacer y morir…

Nadie sabe cuando nacerá, pero dentro del seno materno…

Late en vida cada miembro de de nuestro ser…

Y nuestra sensibilidad se agranda con cada gesto de quienes nos dieron la vida…

 

Por el tiempo inexorable llega el día y la hora en que nacemos…

Un mundo nuevo, desconocido para empezar a descubrir, todo es nuevo…

Desde el susurro de amor de mama y papá, de sus caricias, de sus mimos…

El tiempo pasa y uno crece, deja de ser niño, adolescente, joven, hasta llegar a viejo…

 

Esas etapas deberían prepararnos para llegar allí: la vida eterna, según la fe adquirida…

Pero no es así: Solo sabemos que un día será para morir, así pasamos sin ver…

Tantas cosas, vivir cada día con gozo, latir junto al corazón del ser amado…

Abrazar, besar, decirle cuanto te amo, a nuestros seres amado, esposa/o, hijos, nietos…

 

A igual que árbol añoso al hombre llega a ser semejanza de aquel…

Pudo ser un árbol de fronda generosa, o de flores bellas, o de dulces frutos…

Igual el hombre pudo en su vida generar iguales virtudes y más…

Al morir el árbol lo echarán de menos, igual pasará con el hombre…

 

Se que un día moriré, no se cual será, tampoco se de mi adiós, solo se que será…

Solo quisiera que ese día pudiera saber cuanto le he dado de mi amor a Dios y al mundo…

Y de morir, quisiera que fuera en paz con mi Dios y mis seres queridos…

Y morir así, morir de amor, como murió por mi Jesús en la Cruz …   

  

                                                                                        lorenzo  04/10/2012