Ese nuevo día...

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

El día se vestía con sus mejores galas,
el alba dejaba vislumbrar su claridad.
Cual portal a la vida, se abrió ante mí, la bóveda celeste,
los rayos del astro rey todo lo traspasaba.

El murmullo de cientos de seres rompía el silencio de la noche,
el trinar de los pájaros ponían al amanecer, su melodía.
Un abejorro puso su nota especial, en su vuelo matinal,
y desde lo lejos llego a mis oídos, el mugido de una vaca,
saludando al nuevo día desde la alta y tierna hierba.

En medio de tanta belleza, veían mis ojos en la celeste bóveda,
apagarse el titilar de las estrellas, como saludándome,
y la luna trasnochada, dejaba ya su ronda nocturna.
Sobre mí, paso con vuelo majestuoso, un señorial búho.

Allí estaba frente a mí, el umbral del DÍA.
De pronto la niebla matinal se vuelve diáfana,
dándole un toque de distinción a todo lo que me rodea...
Que igual al de ayer, que diferente al de mañana,  
en él todo es igual, en él todo es diferente,
en él todo termina, en él todo comienza.
No es un día más, es el DÍA PRIMERO DE UN NUEVO AÑO.

A TODOS: 
FELIZ AÑO NUEVO

                                    lorenzo     12/1994