Mi Dios

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Mi religión es Católica Apostólica, mi Dios es Uno y Trino, es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Mi Dios tiene como yo dos brazos y manos, derecha como izquierda, a igual que el Hijo, por tanto ser de derecha o izquierda, es para mi Dios, exactamente igual.
La fe que profeso, por lo tanto no es de derecha o izquierda, ya que soy criatura de Dios, y tanto la derecha o la izquierda, mano o pie, fueron creada por Dios para que yo las use, a una como a otra en el servicio de sus hijos, mis hermanos.
Afirmar, creer o tener creencia de que es malo ser de derecha o izquierda, es solo una propuesta del maligno, ambas fueron creadas por Dios, nunca podrá ser eso malo.
Todos hemos sido creados para que nuestra vida sea un camino de santidad que nos permita llegar un día, allí donde mi Dios me espera para vivir esa Eterna Vida Junto a Él.
Mi Dios sabe que solo nunca podré llegar allí, por ello y para todos cuantos en Él creemos, amándonos como solo puede amar un Padre, permite que vivimos esta vida según el libre albedrío, esto es seguir mis instintos y no mi conciencia.
Buscó mi Dios por diferentes personas, Profetas, Sabios, Santos y nunca pudo conseguir ser escuchado por mi o mis congéneres, pero por ese amor que puso en nosotros cuando, como en caso me dio el Bautismo, Él no quiere que algo tan sagrado como su Amor se pierda, por eso el colmo de la locura de su Amor, para dejarnos la salvación definitiva, envía a su Hijo para que nos enseñara por medio de su presencia terrenal, el camino hacía Él.

Siguió el hombre su libre albedrío y mi Dios nos dono el más grande de todos los amores, nos dono la vida de su Hijo en la Cruz , Cruz Redentora y Salvadora, por esa muerte en Cruz nos dejo en la Iglesia “las siete maravillas de la Iglesia ”, ellas son los siete Sacramentos…
Ellos son lo que dan la vida de gracia en el Bautismo, me sana el corazón herido y restaura la concordia de cuerpo y alma con el Sacramento de la Confesión , es bálsamo de gracia para mí, el Sacramento de Sacramentos, la Sagrada Eucaristía , los demás son para completar el camino al Padre.

Si esto tengo de mi Dios. ¿Por qué querer mi vida sin esta gracia? ¿Por qué seguir porfiando en seguir mi mal camino, cuando reconociéndome pecador, me arrepiento y le pido a mi Dios que me sane, Él me abraza y me perdona?
Cuando un examen de conciencia practico, “veo” alegría en mi Dios, allí comprendo donde termina el libre albedrío, termina cuando ante mi Dios, de rodillas en el confesionario me muestra mis malos caminos recorridos.
Allí descubro por la gracia del Sacramento, que todo lo de mi Dios, es bueno, lo malo viene del maligno, a quien permití convivir en mí quitándole espacio al Espíritu Santo que mi Dios me entrego en el Bautismo, allí de rodillas presintiendo la presencia Divina en su Ministro que en nombre de Jesús me dará la absolución sin importar que mano usará para darla: El Sacerdote...

GRACIAS DIOS MÍO POR TU AMOR, GRACIAS POR TU BENDICIÓN…

lorenzo 03/08/2012