Mi jardín

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio 

 


 Mi jardín no es diferente a otros…, en él hay flores…
Flores que me entregan las plantas que yo plante…
Rosas, azaleas, geranios, camelias, violetas y otras muchas…
Cada una de ellas me entrega de si, lo mejor, trato de darle de mí, lo mejor…

Las camelias me entregan su color y belleza, junto a las azaleas…
Los geranios me dan simpleza y color al igual a tantas otras que lo rodean…
Amarillos, azules, rojos, violetas, blancos, rosados, todo un arco iris en mi jardín…
Suelo embelesarme ante tanta gracia de Dios, y todo ello en  mi Jardín…

Mi jardín es demasiado bello para dejarlo allí…, tan solo…
Por eso a mi jardín lo transplanto con mis ojos y mi mente, allí en mi corazón…
Tanta belleza junta, regalo de Dios no puedo dejarla fuera de mí…
Y sin egoísmo mi jardín esta en el frente de mi casa, allí lo ven todos los que pasan…

Así quisiera que vieran también mi jardín que llevo en mi corazón…
No puedo mostrarlo sin dañarme…, pero igual lo muestro yo…
Dios me lo permite de diferentes maneras, con la mirada, con mis actos…
Pero el modo más bello es con su amor, cuando amo, entrego de mi jardín una flor…

Mi jardín requiere un riego muy particular, agua, palabras y cuidado diario…
El de mi corazón es muy delicado y solo se riega con: comprensión y perdón…
Se le debe abonar con frutos de amor, pétalos de sinceridad y rocío de fe
Lo cuido con esperanza, depositando en ellas la caridad, en ello reside el misterio…

Que misterio el de mi jardín, siempre tengo flores…, flores que me regala Dios…

                                                                                           lorenzo  28/04/2012