Tu, que no nacistes

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Un día sin tú saberlo,
producto de un gran amor,
o tal vez de la pasión,
que incontrolada e inconsciente,
llevo a confundir la gracia, con el placer.
Tal vez fue producto de la ceguera,
ceguera a la que lleva,
la droga, el ruido, el alcohol,
o por el más vil de los medios: la violación,
tú, por algunas de esas causas, llegaste a ese vientre maternal.

De algo estoy seguro, porque en Dios creo,
que no importa el medio,
lo que importa: ES TU VIDA.

Más la sociedad, ya allí te juzga y condena,
vive... nace...
no vive... muere... son los veredictos de tus jueces,
que simple es decirlo, que fácil es eliminarte.

Con ello se lava las culpas de quienes te engendraron,
aun la de aquella que vio mancillada su dignidad.

Pero sé también por mi fe, que tú, no serías SER,
si Dios no lo hubiera querido,
tu vida es, lo que Dios quiere,
pero tu vida es para muchos causa de dolor,
tu condena es inevitable,
ABOTARTE es la sentencia,
aunque después de ello,
todos sufrirán tu perdida,
y aumentara en ellos el dolor.

Tu vida habría dado bálsamo a tu madre,
conciencia a tu padre,
enseñanza a tus abuelos,
sabiduría a tus jueces.

Yo que simplemente escribo esto para dejar,
de ti, un testimonio,
desde estas líneas te pido,
por ese amor que tú tienes,
y que no te permitieron dar:
el perdón para tus verdugos.
Que Dios, por tu poderosa intercesión,
los perdone de tu MUERTE.-

lorenzo 07/1992