Para orar

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Cuando digo oro, puedo expresar
oro, metal precioso y codiciado.
Y también cuando digo oro, puedo expresar;
que en oración, me comunico con Dios.
Oro, palabra de con dos sentidos, uno material, otro espiritual.
Así, por el primero alguien es rico, cuando tiene el dorado metal.
También es rico, aquel que lo tiene, pero no le da su corazón.
Pero la verdadera riqueza de la palabra: oro.
Está en cuanto de ella se hace uso, para elevar una oración a Dios.
Y lo es más, cuando se la practica con un corazón limpio,
rezando a Dios una oración por los que necesitan:
Amor, perdón, justicia y compañía.

El dorado material le da al hombre,
poder, riqueza, vanagloria ante los hombres;
y cuando a él se le entrega el corazón,
éste le vuelve estéril su existencia.
En cambio cuando, a la palabra “oro” se le da un sentido espiritual.
Encuentra por ella el hombre, firmeza, humildad, amor.
Y cuando vuelca esa palabra en su corazón, y ora a Dios,
se vuelve fértil su existencia.

Dame Dios y Señor mío,
el saber, para rechazar al brillante metal,
cuando por él, sea efímera mi alegría, porque me aleja de ti.

Dame Dios y Señor mío,
el saber aceptar y gustar de la oración,
con la que podré tener por tu infinita bondad,
la gracia de ser cada día mejor,
más humilde y sencillo de corazón.
amen

lorenzo un día cualquiera de mi vida.-